Corazón de madera muerta

Aunque me dolía, seguía despertando junto a ella. Podía notar su respiración entrecortada. Acariciaba ligeramente su pelo, sin despertarla. Acostumbraba a despertarme antes que ella, era adicta a ver cómo sus ojos descubrían un nuevo día cada amanecer. Aunque me dolía, no podía dejar de quererla. Hubo un tiempo en que éramos todo; juntas, siempre. Ella me lo daba todo, absolutamente todo. Entonces llegó el día en que todo cambió. Sólo sé que, de repente, yo ya no era yo. Ella era ella y yo. Me lo había quitado todo, me había dejado completamente vacía. Sólo me quedaba su compañía, literalmente, y la esperanza de que esta no desapareciese jamás. Me había convertido en un trozo de su cuerpo, enteramente dependiente. Había perdido el control de mi vida, me había enganchado a ser nada.

Primeras páginas:

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Fernando Rivero Pino

Fernando Rivero Pino es doctor en Química por la Universidad de Granada. Nacido en Sevilla, ha vivido en distintos países de Europa (Francia, Italia, Alemania) por su trayectoria profesional como investigador. Desde joven, además de la ciencia, le ha apasionado la novela, especialmente psicológica, lo que le llevó a autoeditar su primera novela, titulada Rosa azul. Sus novelas tratan de profundizar en cómo los protagonistas analizan cada segundo de su vida, observando el mundo que les rodea y haciendo introspección.